Viva la desconexión!

Gracias a dios tengo la fortuna de que mi trabajo lo puedo hacer desde cualquier parte, esa es una de las ventajas de ser de la generación millenium, pescar el computador y trabajar desde un café, desde la cama, e incluso desde la playa, así que aprovechando el beneficio tomé mis cosas y partí, me borré del mapa junto al edurock y chao pescao Santiago!

Lo más rico de llegar a la playa una semana cualquiera, es que no hay nadie... los miles de kilómetros de mar y arena son todos para ti, así que la sensación de libertad y de desconexión son amplificadas. Trabajé poco, lo admito, no tenía mucha cabeza para eso, pero caminé harto, pensé mucho, me reí como hace tiempo no me reía, disfruté a morir las caminatas por el cerro, por la playa, tomada de la mano del edurock... hace muchísimo que no hablábamos tanto, del presente, del futuro, de la vida misma, hasta filósofa me puse jajajajaja

Me siento muy contenta de tener una oportunidad así, sobretodo de tener ese bendito pedazo de tierra en un lugar tan lindo como Papudo, porque puedo ir cuando quiera y desconectarme de todo y disfrutar de los regaloneos de mi abuelita que hace algunos años vive allá. Yo creo que también a ustedes les debe pasar, sentir esas ganas de cariño, de descolgarse del día a día, de estar calentitas y prender la chimenea, de disfrutar con poco y sentirse magníficas, ojalá todos pudieron hacerlo siempre.

Aquí les dejo unas fotitos de mi semana de felicidad!

Una primera parada en la Ligua para comprar esos pasteles,
tan frescos que se derriten en tu boca

Bajarse del bus y bajar hacia la quebrada en busca del hogar

Mi abuela y sus amigas de la vida,
yo les digo las Sex and the city jajajaja

Celebrando el cumpleaños de mi Anita

Caminatas en el cerro

La caleta de pescadores de Papudo

Y si nos compramos el Barco Rojo?

Tiempo para regalonear con mi Frankiwini

Tiempo para jardinear

tiempo para ser felices

Este lugar vacío,  NO TIENE PRECIO!