(El día que escribí esto estaba muy triste, recuerdo que lloré harto, fue este 27 de enero. El doctor me dijo que cuando los pacientes se deprimen y sienten mucha pena es porque probablemente están deshidratados. Me di cuenta, tomé mucha aguita y de a poco me empecé a calmar, a volver a mi centro, a hacer un gran trabajo mental para retomar lo bien que había estado, pese a todo, me permito vivir mis momentos, siempre con la conciencia de que no puedo olvidarme del propósito final. Finalmente me calmé, vi la luz al final de la locura oscura que atormentaba mi cabeza y fui feliz de nuevo, pero quiero contar en mi blog TODO, cada momento de este viaje increíble y alucinante, que no solo me ha transformado por fuera, sino también por dentro)
Tengo una fuerza de voluntad superior a todo lo que pensé, porque el hambre que siento es horrible. Le digo a mi cabeza que no me joda, que me deje en paz, que no siento hambre, y la perversa me hace crujir la panza... Me debato entre creer que me expandieron la guata en vez de sacármela y pensar que soy una obesa mental.
La sicóloga me cancela la hora de mañana porque se va de vacaciones, obvio que le importan un pico los trastornados de sus pacientes. Tengo que ser fuerte porque no quiero llorar, pero escribo esto para que entiendan la difícil lucha que es esto, día a día... No es operarse y quedar flaca, es cabeza y poder mental. Dios mio dame aguante
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vamos tu puedes!!
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