Estoy demasiado contenta, mucho, muy. Ya pasé la etapa de los momentos tristes, hoy me siento feliz, contenta con mi cuerpo. A un mes y dos semanas de mi cirugía ya he bajado 17 kilos y realmente lo noto. Creo que hace muchos años no me sentía bonita, ahora busco espejos para mirarme, ya no les rehuyo. Sé que me falta mucho aún y no estoy ansiosa tampoco porque ya sé qué es lo que tengo que hacer para lograrlo. Hay cosas muy importantes que quiero conversar con ustedes, es fundamental cuando decides operarte que leas muchas cosas, que te informes, que preguntes, la idea no es llegar al pabellón con ignorancia pensando que solo sacarán un pedazo enorme de tu guata. Es vital saber qué es lo que te pasará luego de eso, cuáles son las herramientas que deberás usar para enfrentar el proceso y sobrellevarlo con madurez.
Primero; esto no es fácil, nada fácil. Si me hubieran preguntado hace tres semanas atrás si me operaría de nuevo les diría al tiro que NO, por ningún motivo. Es una cirugía tan invasiva que te deja mal. No te operas la nariz, ni te subes una pechuga, te sacas la guata, y eso es el centro de todo. Nuestra guata es comida, nuestra guata es instinto, nuestra guata son mariposas, nuestra guata son emociones. El dolor que se siente es general, te duele el alma y el cuerpo, sientes pena, te deshidratas con facilidad, es imposible comer, te ahogas con dos cucharadas de agua, vomitas, sientes asco, te tiras chanchos y expulsas gases como loco.
Es un proceso completamente violento.
¡Pero maravilloso al fin!
Segundo: Todo es mental. Si no estás dispuesta a usar tu cabeza mejor ni pienses en operarte. Es muy fácil que esta cirugía te carcoma emocionalmente. Hay muchas cosas que en una primera instancia no podrás hacer, y tal vez pase mucho mucho tiempo antes de que te sientas cómoda compartiendo en un asado con amigos mientras te comes un colado o un pollo picado. Si no estás dispuesta a sufrir pero a ser consciente de que sufres porque tu cuerpo se transforma, mejor deja la idea de lado.
Tu cuerpo no quiere críticas, tu cuerpo quiere poder, energía y vitalidad y si estás todo el tiempo pensando en "lo que perdiste" jamás vas a poder ver "lo que ganaste".
Hay una frase muy buena de una marca que me gusta mucho que dice "Rompe tu cuerpo, fortalece tu cabeza". La primera vez que la vi pensé que estaban locos, no fui capaz de entender el contexto, como estaba gordita y enojada con el mundo por sentirme tan fea y acabada, pensé que era una frase maldita para venderte zapatillas. Hoy entiendo que es mucho más que eso y me identifica completamente.
Si te vas a operar entrena desde ya tu cabeza, dale poder, permítele gobernar tu cuerpo. Lo que estás por hacer es un cambio tan grande que tiene que partir por ahí. Te vas a operar para lograr lo que tu voluntad no pudo hacer, o lo que tu cuerpo enfermo no te permitió. No temas dejar atrás tu zona segura. Entrena tu cabeza, cuando estés muriendo de pena, sécate las lágrimas y busca otra cosa que hacer, entrena, súbete a la elíptica, sal y camina. En nuestra vida le damos demasiado espacio a la comida y permitimos que nos gobierne. No hay nada en este mundo como un cuerpo sano. Yo lo descubrí. Yo, la gorda sedentaria pajera que si no se comía un salame entero se sentía deprimida.
No todo es comer, no todo es estar acostado todo el día.
Rompe tus límites.
Tercero; vas a ampliar tu vocabulario como nunca. ¿Estás dispuesto a aprender nuevas palabras? Una de ellas es OBLIGARSE. Cuando tengas paja, sueño, cansancio, no quieras, etc etc etc OBLIGATE. En un momento les comentaba que la operación en una primera instancia es el 100%, porque no puedes comer, aunque quieras. Pero luego, con los meses, cuando hagas tu vida normal, la operación pasa a ser solo el 30% porque tu estómago puede crecer en cualquier momento y puedes volver a lo mismo. En este momento aplícate. Yo empecé desde el mes. Mis sesiones de kinesiología se han transformado en el mejor entrenamiento. Y no he desperdiciado ningún momento, ningún día, cada vez que puedo me muevo, salgo, camino, ando en bicicleta. No hay mayores secretos para bajar de peso que cerrar la boca y moverse... y por supuesto AMARSE.
Cuarto: Piensa siempre que esto es un regalo disfrazado de tortura, pero es un regalo al fin. Disfrútalo y cuídalo, tu cuerpo tiene una segunda oportunidad, tu autoestima también, no la desperdicies. Si estás dispuesto a someterte a esta cirugía piensa bien en todo lo que se viene y entrena tu cabeza, entiende cual es el propósito, el por qué quieres hacer esto, cuando lo tengas claro adelante!
Hablo del propósito como la meta que quieres lograr, muchas veces no hay propósito más que "bajar de peso pa estar rica", por eso las dietas no resultan. ¿Qué quieres lograr? ¿quieres quererte más? ¿quieres sentirte seguro? ¿quieres que la vida te sonría? Entonces hazlo, y lucha por eso, si no estás dispuesto, ni siquiera lo intentes.
Foto 1 mes antes de operarme / Foto 2 hoy, a 1 mes y 2 semanas de haberme operado
Pueden seguirme en tuiter @Guapita7 y en facebook eldiaenquemesalieronalas
¡Gracias por pasar por acá y leerme!